Este proyecto es resultado de una serie de exploraciones en las cuales las características del contexto como la topografía, la disposición arbórea y las vistas predominantes cobran un carácter morfológico del proyecto. En primer lugar, la forma nace de una malla que surge a partir de la idea de conservación de los árboles del sitio, esto permitiría abrir paso a un proyecto más resiliente con su contexto y por otra parte aprovechar las aperturas para enfatizar las vistas hacia la zona montañosa de la localidad. La materialidad busca conjugar los procesos naturales como el envejecimiento bajo el concepto de wabi sabi con la premisa de que el paisaje también se transforma y todo lo que se arraiga a él también debe de hacerlo